El relato de uno de los capítulos más oscuros de nuestra historia. La patagonia, sus etnias y riquezas enfrentadas con el "Hombre blanco", conflicto que dio como resultado el "Genocidio Selk’nam".
La Isla Grande de la Patagonia se componía por nativos conocidos como fueguinos, dependiendo del sector en el que se encontraran se dividían en diferentes agrupaciones. Todos ellos eran cazadores nómadas y dependiendo de su distribución geográfica, cambiaban hábitos, vestimentas e incluso la manera de trasladarse. Los Kawesqar y Yamanas vivían entre canales, islas, fiordos y todo lo que compusiese el laberíntico paisaje costero del fin del mundo, por ello se trasladaban principalmente en balsas.
Grupo de Selk’nam caminando por la costa de Tierra del Fuego. Autor desconocido.
En el caso de los Selk'nam, que habitaban y dominaban las planicies y laderas al norte de la Isla Grande de Tierra del Fuego, sus recorridos eran principalmente a pie. Una suerte de sobrevivencia permanente significaba que recorrieran largas distancias en busca de comida, entre las presas más cotizadas estaban el guanaco y lobos marinos, animales que frecuentaban la región.
Postales de la Patagonia, Aporte de Eduardo Paredes: Selk'nam cazando guanacos, la presencia de perros delata una foto con intervención occidental.
La ocupación de la Patagonia se le denomina al período en que comenzaron a llegar occidentales atraídos por las riquezas naturales y potenciales faenas extractivas. Esto comienza a ocurrir durante la década de 1880 en adelante.
En primer lugar se dio paso a las estancias ganaderas, hablamos de grandes predios dedicados a la crianza de animales principalmente ovino y a la producción de derivados como la lana. Esto significó que las etnias originales tuvieran pérdida importante de su territorio y poco a poco fueron desplazados a otras tierras. Entre estos, los más perjudicados fueron los Selk´nam, quienes al no saber navegar quedaban a disposición de los nuevos "gobernantes".
Foto Kohlmann, Aporte de Eduardo Paredes.
60.000 ovejas. Foto de Tomás Franciscovic, Aporte de Eduardo Paredes
Autor desconocido, Aporte de Eduardo Paredes
Está también la fiebre aurífera,donde se explotó gran cantidad de territorio por el preciado metal durante el siglo XIX.
Aporte de Eduardo Paredes
Mientras la repartición de estancias a familias europeas le iba quitando terreno de caza para alimentación a los Selk'nam, también la explotación de minas auríferas iba dejando cada vez menos lugar donde encontrar alimentos para los nativos.
Para estas grandes empresas de estancias y extracción de metales preciosos los Selk'nam (conocidos como Onas para los foráneos) se estaban convirtiendo en un gran problema, ya que al encontrarse atrapados en Isla Grande entre estancias cercadas (cosa poco común en su habitual vivir) habían empezado a "robar" ganado, ya que encontraban en las ovejas una presa fácil y vulnerable. Frente a esto, los nuevos habitantes decidieron tomar medidas para evitar el continúo enfrentamiento y la pérdida de animales.
Dentro de las soluciones que se dieron fue el destierro a Isla Dawson, en que la Misión Salesiana se encargaba de acoger a los pueblos originarios.
Isla Dawson, campamento Salesiano. Aporte de Eduardo Paredes.
En lo que duró la instalación estanciera y la explotación aurífera, se dio algo más eficiente que el destierro, un nuevo tipo de empleo y solución en las tierras de la Patagonia: los cazadores de indígenas. Sí, eran considerados una amenaza por lo que se pagaba por cabeza de Selk'nam muerto.
Julius Popper, rumano radicado en Argentina, parte con una expedición de búsqueda del preciado metal - el oro- viaja a Tierra del Fuego con el favor del Estado Argentino. Luego de su expedición publica un boletín, dando a conocer lo que se encontró en aquel lugar, las dificultades del viaje y el "enfrentamiento" contínuo con los nativos de lugar. Salen a la luz fotografías del grupo de expedición y el mismísimo Popper eliminando Selk'nam. A pesar de que estas fotografías revelan un conflicto cierto por combatir el uso de la tierra, también dan muestra de una desilguadad despiadada con aires de actividad casi recreativa.
“Death on Display: Photographs of Julius Popper in Tierra del Fuego (1886-1887)” Marisol Palma y Carolina Odone, en 12 Perspectives on Selknam, Yahgan and Kawesqar. Carolina Odone yPeter Mason (eds.), Taller Experimental Cuerpos Pintados, Santiago.
“Death on Display: Photographs of Julius Popper in Tierra del Fuego (1886-1887)” Marisol Palma y Carolina Odone, en 12 Perspectives on Selknam, Yahgan and Kawesqar. Carolina Odone yPeter Mason (eds.), Taller Experimental Cuerpos Pintados, Santiago.
Popper fue lo suficientemente osado para fotografiar sus actos, quedando dentro de la historia como el "Cazador de indígenas".
El pago por eliminar a los nativos de sus tierras fue una fuente de recursos muy popular en la época, porque era más fácil matarlos que "educarlos en la fe y buenas costumbres" como pretendían las Misiones Salesianas. Un caso emblemático es el estanciero José Menéndez Menéndez, quien era dueño de gran parte de la Isla Grande de Tierra del Fuego.
Mockel & Cíe - revista Argentina Austral
Uno de los más conocidos integrantes de la estancia de Menéndez, en donde trabajó más de doce años, fue el escocés Alexander Mac Lennan. Su apodo "el chancho colorado" - o como lo apodó Lucas Bridges (estanciero protestante que resguardó a muchos Yamanas): Mc Inch - lo hizo muy popular dentro de los relatos tanto orales como escritos de aquella época.
Autor desconocido. Aporte de Eduardo Paredes.
La fama que le procedió al "chancho colorado" lo llevó a ser muy deseado entre otros cazadores, pues para él era mucho más eficiente acabar con la molestia de raíz que malgastar el tiempo reuniendo a los nativos y luego tener que educarlos.
Pagaba muy bien por piezas del cuerpo humano indígena, por ejemplo: si se traía una oreja de indígena se les pagaba una libra. Con el tiempo la mercancía era cada vez más grande como cabezas, senos o testículos.
Con eso se genera un grupo de hombres europeos especializados en la caza y muerte masiva de los Selk'nam y con ello un silencioso genocidio escondido en el fin del mundo que hizo muy poco ruido valórico en la época. Relatos cuentan cómo envenenaban a grandes grupos de indígenas luego de haberlos emborrachado, o cómo eran emboscados y luego ametrallados.
La Misión Salesiana, que se encontraba también en esa zona, decidió tomar medidas al respecto intentando resguardar a la mayor cantidad de nativos posibles. Fueron llevados a Isla Dawson, en donde fueron educados en la fe y en la cultura occidental europea. Se les cambió su forma de vestir, alimentación y quehacer.
Desorientados eran desterrados para evitar su caza y que se ocuparan de nuevas labores inculcadas por los Salesianos.
Parte de los oficios enseñados. Aporte de Eduardo Paredes.
Autor desconocido. Aporte de Eduardo Paredes.
Autor desconocido. Aporte de Eduardo Paredes.
Selk'nam en la misión salesiana de isla Dawson en la visita del Presidente Errázuriz en 1899 (Francisco Bocco de Petris).
La investigación del Padre Martin Gusinde en cuánto a la cantidad de nativos que quedaban en la misión mostró una abismante cifra decreciente luego de haber pasado cierto tiempo en Isla Dawson.
Las nuevas costumbres inculcadas a los Selk´nam que habían sobrevivido a los cazadores fue lo que terminó por extingirlos.
Con esto se termina por destruir una etnia completa, la memoria de un pueblo que vivía en absoluta armonía hasta la llegada de foráneos que no consideraron al pueblo Selk´nam como humanos, sino como animales que amenazaban su producción y riqueza.
Aporte de Eduardo Paredes
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